viernes, 22 de febrero de 2013

MUTISMO



ORIENTACIONES PARA VENCER EL MUTISMO ELECTIVO


Consideraciones

Algunos niños no se resisten a ir a la escuela, como los que sufren fobia escolar, pero aunque asisten a ella no se comunican verbalmente con los otros compañeros. El niño que tiene ese problema habla en casa, pero no lo hace con sus compañeros ni con los adultos de la escuela. Algunos se niegan a hablar durante muchos años, a pesar de lo cual parece que aprenden.

Los maestros informan que responden a textos impresos y, a veces, contestan “si” o “no” con un movimiento de cabeza o señalando con el dedo.

Aunque no se sabe porqué los niños manifiestan tal conducta, es imaginable que en principio el silencio se utiliza ya sea como mecanismo de defensa o de trato. Esos niños ven la escuela como algo aversivo y temible. Al no comunicarse, disminuye en cierto grado la angustia en la situación escolar. Sin embargo, aunque la ansiedad tiende a disminuir después de algunos meses en el colegio, la conducta persiste. Es posible que esto suceda porque maestros y alumnos suelen reforzar el silencio prestándole atención al niño. El silencio incita a muchas personas a ver si pueden inducir al niño a hablar, con lo cual le prestan más atención todavía. El refuerzo también puede estar en la evasión de responsabilidades escolares.


Orientaciones


Es difícil dar orientaciones válidas para todos los casos, especialmente en casuística tan compleja como la presente. Por ello recomendamos que se tomen con prudencia las recomendaciones que siguen puesto que quizá no sean del todo aplicables a todos los niños. Hay que entender que el mutismo electivo puede obedecer a multitud de causas, coincidentes en su mayoría en su aspecto afectivo, y que es un problema de la vida relacional e íntima del niño.

El profesor deberá juzgar si las características del niño permiten seguir las siguientes recomendaciones:

 ·         No presionar al niño/a de una forma directa a que hable. Es preferible provocar situaciones a lo sumo realizar intentos esporádicos ( dos o tres cada día ) de incitación, de forma tranquila e indiferente solicitando emisiones muy breves ( p.e.: si o no ).

·         Si el alumno no se comunica de ninguna manera es útil dejarle utilizar el lenguaje gestual. Posteriormente se habrá de trabajar para que lo suprima.

·         Si el alumno utiliza ya el lenguaje gestual, hacerse el desentendido y comunicarle que es imposible saber lo que quiere.


·         No exagerar los contactos afectivos, hacerlo de forma natural, ya que algunos de estos niños pueden temer el contactofísico o afectivo o sentirse mal al quedar como centro de la atención, al ser elogiado o acariciado de forma espectacular delante de sus compañeros.


·         Tener en cuenta las necesidades afectivas de estos niños.

·         Premiar cualquier intento de comunicación, por mínimo que este sea, desde un susurro a una mirada.

·         No hablar por el niño, ni dejar que ningún compañero lo haga por él.

·         Tratar al alumno normalmente responsabilizandolo de sus acciones como a cualquier otro. Es decir, no superprotegerlo. No prestarle más atención que a cualquier alumno de la clase.

·         No permitir burlas o desprecios por parte de sus compañeros.

 ·         Procurar que el ambiente escolar sea especialmente agradable.


·         No hacer comentarios que aludan al tema en presencia del niño.




IMPORTANCIA DE LA FAMILIA EN LENGUAJE ORAL


LA IMPORTANCIA DE LA FAMILIA EN EL DESARROLLO DEL LENGUAJE DEL NIÑO O NIÑA

 

¿ Qué hacemos o podemos hacer para favorecer el desarrollo del lenguaje de una manera adecuada?

 

     Lo más importante es dedicar un tiempo diario para estar con el niño o niña y hablar con él o con ella.

     Esto le va ayudar a estimular el desarrollo del lenguaje y mejorar su autoestima. ¡Mi familia me quiere!

    

     Cuando hablemos con ellos, debemos seguir unas pautas:

 

-    Hablar frecuentemente  de manera clara y correcta.

-         Incrementar paulatinamente los niveles de exigencia, dependiendo de la edad del niño/a y sus características personales.

-         Huir del lenguaje “infantilizado” o realizar las mismas incorrecciones que el sujeto.

-         No juntar ni suprimir los finales de palabras.

-         Convertir en juego la imitación provocada de palabras correctamente articuladas.

-         Hacer las oportunas correcciones mediante la conversación normal.

-         No corregir constantemente ni de manera que agobie al niño/a.

-         No desalentarse por un progreso excesivamente lento, sobre todo en los niños   y niñas con algún tipo de patología   asociada.

    

¿ Qué podemos hacer cuando estemos con ellos?

 

-         Hablar de cualquier tema  que le interese. 

-         Contarle cuentos e historias.

-         Enseñarle canciones, poesías.

-         Jugar a imitar situaciones en los que el lenguaje tenga un papel importante. 

-         Vivenciar con ellos  situaciones cotidianas  aportándoles patrones de conducta y lingüísticas.

ESTIMULAR LENGUAJE ORAL EN CASA


 

ORIENTACIONES PARA ESTIMULAR EL LENGUAJE


·         La mayor parte del tiempo la pasa el niño con sus padres, en el entorno familiar, por eso, son los padres los que de una manera lúdica mejor pueden estimular su expresión oral. Ej: jugar al veo-veo, esconder cosas y luego darle pistas para que las encuentre.
 
·         Se debe dedicar un tiempo breve, para no fatigar al alumno, proporcionando actividades que sean motivadoras y variadas.

·         Conviene hablarle mucho, preguntándole por sus preferencias, amigos, actividades favoritas, como va vestido....
 
·         Aprovechar cualquier ocasión (como las tareas de la casa, la observación de las prendas de vestir en el armario, los muebles de una habitación, o los colores) para proporcionar mensajes claros y breves. Siempre colocándose a la altura de los ojos.
 
·         Para aumentar su vocabulario, se le presentarán objetos y se le indicará su nombre. A la vez que se le explica para qué sirve, que color tiene, la forma, sus características. En definitiva, hacerle observar todo lo que tiene a su alrededor. 

·         En cuanto al esquema corporal, se le debe de enseñar, las distintas partes del cuerpo y que lo generalice en los demás: enseñándole la parte izquierda y la derecha.

·         Con apoyo visual de libros o fotografías, estimular una conversación a través del dibujo que aparezca, repasando los conceptos básicos: derecha-izquierda, arriba-abajo, colores, utilidad de cada objeto...
·         Es muy motivante para el niño, contarle cuentos cortos, en los que intervengan animales, y ellos puedan participar haciendo ruidos, bailes, gestos, etc., luego se le harán una serie de preguntas sencillas sobre el contenido. 

·         Hágale aprender su nombre completo, el de su familia y la dirección.
 
·         Manifestarle entusiasmo y alegría cada vez que ponga interés en la actividad que está realizando, aunque no siempre le salga bien.
 
·         No se debe proteger demasiado, puesto que no dejamos que desarrolle su personalidad al completo. Por tanto, hay que darle autonomía para que se relacione con los demás y participe en distintas actividades.
 
·         Se le debe escuchar atentamente y siempre responder a sus preguntas, convirtiendo la comunicación en un placer.
·         Los niños aprenden mucho por imitación. Por ello, cuando hable con su hijo, hágalo despacio, pronunciando correctamente, sin darle gritos. Nunca se le debe ignorar cuando quiera hablar, ni reforzar la expresión defectuosa que en un principio puede parecer.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


CONSEJOS GENERALES PARA ESTIMULAR EL LENGUAJE


 


 

 

 

·         Jugar al veo-veo, esconder cosas y luego darle pistas para que las encuentre.

·

·         Conviene hablarle mucho, preguntándole por sus gustos, amigos, actividades favoritas, como va vestido....

 

·         Aprovechar cualquier ocasión ( la observación de las prendas de vestir en el armario, los muebles de una habitación, o los colores) para nombrarlos. Siempre colocándose a la altura de los ojos.

 

·         Para aumentar su vocabulario, se le presentarán objetos y se le indicará su nombre. A la vez que se le explica para qué sirve, que color tiene, la forma, sus características. En definitiva, hacerle observar todo lo que tiene a su alrededor.

 

·         En cuanto al esquema corporal, se le debe de enseñar, las distintas partes del cuerpo y que lo generalice en los demás: enseñándole la parte izquierda y la derecha.

 

·         Con apoyo visual de libros o fotografías, estimular una conversación a través del dibujo que aparezca, repasando los conceptos básicos: derecha-izquierda, arriba-abajo, colores, utilidad de cada objetos ...

 

·         Es muy motivante para el niño, contarle cuentos cortos, en los que intervengan animales, y ellos puedan participar haciendo ruidos, bailes, gestos, etc., luego se le harán una serie de preguntas sencillas sobre el contenido.

 

·         Hágale aprender su nombre completo, el de su familia y la dirección.

 

·         Manifestarle entusiasmo y alegría cada vez que ponga interés en la actividad que está realizando, aunque no siempre le salga bien.

 

·         No se debe proteger demasiado, puesto que no dejamos que desarrolle su personalidad al completo. Por tanto, hay que darle autonomía para que se relacione con los demás y participe en distintas actividades.

 

·         Se le debe escuchar atentamente y siempre responder a sus preguntas, convirtiendo la comunicación en un placer.

 

·         Los niños aprenden mucho por imitación. Por ello, cuando hable con su hijo, hágalo despacio, pronunciando correctamente, sin darle gritos. Nunca se le debe ignorar cuando quiera hablar, ni reforzar la expresión defectuosa que en un principio puede parecer. Háblele a su hijo pronunciando claro y bien, mirándole a la cara.

 

·         Realice con su hijo juegos de soplo: hinchar  globos, sorber con pajita, pitos, trompetas, soplar velas, imitar ruidos o sonidos producidos por animales...

 

·         Premiar al niño cuando hable bien, corregirlo cuando cometa errores, pero no criticarlo, ridiculizarlo o compararlo con otros niños o hermanos.

 

·         NO diga a su hijo, mientras habla, que se detenga y comience de nuevo.

 

·         NO le imite cuando hable mal, aunque le parezca gracioso.

 

·         "NO debemos responder en lugar del niño. Será mejor que cuando le preguntemos lo hagamos de tal forma que este no pueda responder solo un ""si"" o un ""no"", se hará por ejemplo la pregunta: ¿quieres una pera o una manzana? En lugar de ¿quieres una pera?”

 

·         NO recortar los finales de palabras.

 

·         NO hay que hablarle con un lenguaje infantilizado. El niño utiliza este lenguaje infantil porque se encuentra en este estadio del proceso de adquisición del lenguaje y si lo imitamos estaremos frenando su proceso evolutivo.

 

·         NO debemos de regañarle ni  imitarle, sino solamente repetírsela correctamente.

 

·         Escuche lo que el niño le diga y respóndale adecuadamente.

 

·         Todos los días, elija un momento apropiado para la práctica y estímulo del habla, no regañe de continuo a su hijo.

 

·         Las muestras de cariño, de amor, de afecto ayudan a un mejor desarrollo del lenguaje de su hijo.

 

 

 

ORIENTACIONES SOBRE EL DESARROLLO DEL LENGUAJE


 

 

 

·         A partir de los 18 meses de edad, el niño debe tomar la alimentación como el resto de la familia, no hecha puré, ya que masticando desarrolla la musculatura de la boca y por tanto mejora su lenguaje.

·         Realice con su hijo juegos de soplo: hinchar  globos, sorber con pajita, pitos, trompetas, soplar velas, imitar ruidos o sonidos producidos por animales...

·         Estimule el lenguaje de su hijo constantemente: háblele mucho, cuéntele cuentos, responda a sus preguntas, cántele canciones, escúchele con atención cuando habla....

·         "Háblele a su hijo pronunciando claro y bien, mirándole a la cara, ya que los niños aprenden a hablar imitando a los padre. Debemos procurar que nuestros hijos tengan un buen ""modelo"" en nosotros mismos."

·         Proporcione a su hijo oportunidades para expresarse.

·         Premiar al niño cuando hable bien, corregirlo cuando cometa errores, pero no criticarlo, ridiculizarlo o compararlo con otros niños o hermanos.

·         NO diga a su hijo, mientras habla, que se detenga y comience de nuevo.

·         NO le imite cuando hable mal, aunque le parezca gracioso.

·         "NO debemos responder en lugar del niño. Será mejor que cuando le preguntemos lo hagamos de tal forma que este no pueda responder solo un ""si"" o un ""no"", se hará por ejemplo la pregunta: ¿quieres una pera o una manzana? En lugar de ¿quieres una pera?”

·         NO tener una actitud sobreprotectora, sin ésta los niños podrán desarrollar mejor su aptitudes pues actuarán por si mismos.

·         NO recortar los finales de palabras.

·         NO gritarle, debemos hablar despacio y con claridad.

·         NO hay que hablarle con un lenguaje infantilizado. El niño utiliza este lenguaje infantil porque se encuentra en este estadio del proceso de adquisición del lenguaje y si lo imitamos estaremos frenando su proceso evolutivo.

·         NO debemos de regañarle ni de imitarle, sino solamente repetírsela correctamente.

·         Escuche lo que el niño le diga y respóndale adecuadamente.

·         Todos los días, elija un momento apropiado para la práctica y estímulo del habla, no regañe de continuo a su hijo.

·         Hacia los 4 años debe hablar correctamente como un adulto, aunque le serán difíciles las palabras que contengan r-rr-pr-br-pl-bl. Si a los 6 años continúan estas dificultades es el momento de consultar a un especialista.

·         Las muestras de cariño, de amor, de afecto ayudan a un mejor desarrollo del lenguaje de su hijo.

·         Si su hijo está frecuentemente distraído, repite constantemente ¿qué? Cuando habla en un tono excesivamente alto o bajo es aconsejable que no descartes un problema de audición (tapón de cerumen, hipoacusia...) para ello acudiremos a un especialista.

·         Vigile la voz del niño. Ocurre a veces que el pequeño fuerza su propio registro vocal, bien al, reproducir sonidos o ruidos que sean muy agudos, muy graves o muy intensos (al imitar ruidos de animales, ruidos de motores, etc.) o incluso los de sus propios

·         Todo cambio durable (de una o dos semanas) de la voz del niño pequeño, debería de ser objeto de consulta por parte del otorrino.

·         Evitar comparar al niño con otros. Dejar que se desarrolle a su ritmo, proporcionándole un ambiente verbal y articulatorio de calidad.

·         Evitar hablar al niño si tiene una fuente sonora próxima. Reducir los ruidos ambientales mientras se le hable, un fondo ruidoso dificulta la comprensión.

 



ENSEÑAR A SEGUIR INSTRUCCIONES


 


ENSEÑANDO A LOS NIÑOS A SEGUIR INSTRUCCIONES


 


 

Una de las labores más difíciles a las que los padres se enfrentan seguido es enseñar a sus hijos a seguir instrucciones. Es mucha frustración para toda la familia cuando los padres tienen que repetir las mismas instrucciones a sus hijos ("Recoge los juguetes"). Las sugerencias que se ofrecen a continuación pueden ayudar a los padres a enseñar a sus niños a seguir las instrucciones la primera vez que se les dice.

Esté preparado a reforzarlas. Los padres deben evitar dar instrucciones a sus hijos si no están preparados a hacerlas cumplir. Si los padres no hacen cumplir sus instrucciones, los niños aprenden que los padres no hacen que se cumplan sus órdenes.

Llámeles la atención. Los padres deben siempre hacer que sus hijos pongan atención antes de darles las instrucciones. Deben evitar también gritar las órdenes desde otro cuarto.

No haga preguntas. Los padres deben evitar parafrasear las instrucciones como preguntas (por ejemplo, no diga "Joaquín, te parece bien recoger los juguetes ahora?).

No sea impreciso. Los padres deben evitar dar instrucciones imprecisas como "Pórtate bien," o "Ten cuidado". Puede haber una gran diferencia entre la manera en que el padre y el niño interpretan una dirección imprecisa como "portarse bien." Los padres deben asegurarse que sus órdenes sean claras y específicas.

Dígales lo que tienen que hacer. Los padres deben tratar de dar instrucciones que hagan saber a los niños lo que tienen que hacer en lugar de lo que no tengan que hacer. Por ejemplo, es mejor decir "Permanece a mi lado," que "No te alejes de mí."

Elógielos. Los padres deben elogiar a sus niños en cuanto han empezado a cumplir una orden. No se necesita esperar hasta que la orden sea cumplida para elogiarlos.

Demuestre aprecio. Cuando una tarea ha sido cumplida, los padres deben hacerle saber a sus hijos que aprecian su cumplimiento.

Ponga un límite de tiempo. Si los niños no empiezan a cumplir una instrucción en diez segundos, los padres deben darles un tiempo fuera inmediatamente.

No repita las advertencias. Los padres deben evitar el dar a sus hijos advertencias repetidas. Los niños pueden aprender a obedecer órdenes después de una a ninguna advertencia, de la misma manera en que aprenden a obedecer después de cinco o seis advertencias.

Repita la orden. Una vez que se ha cumplido con el tiempo fuera, los padres deben repetir la orden a sus hijos. Si no empiezan a cumplir con lo que se les dice, tiene que usarse el tiempo fuera de nuevo. Este proceso debe repetirse hasta que los niños aprendan a cumplir con la orden.

NIÑOS VIOLENTOS


 
ORIENTACIONES PARA ACTUAR CON NIÑOS VIOLENTOS
Se ofrecen a continuación unas recomendaciones generales sobre el manejo de la conducta violenta que presentan algunos niños.  Estas guías pueden ser útiles para padres, maestros y otros adultos que tengan que relacionarse con niños con esta característica.

 

ESTABLECER LAS REGLAS


Es fundamental establecer las reglas de conducta de una forma clara, específica y concreta.  Si no se establecen los límites de la conducta y no se define lo que se puede y lo que no se puede hacer, mal se ha de esperar que el niño se someta a un modelo determinado de comportamiento.
 

Hay padres que olvidan que sus hijos, a igual que ellos y que todo ser humano, nacieron sin noción alguna de cómo han de comportarse.  Por lo tanto, desconocen la diferencia entre lo permisible y lo inadmisible, entre lo obligatorio y lo optativo, entre lo elogiable y lo punible.  Una parte esencial de la misión de padres y madres es enseñar a los hijos las normas que rigen el comportamiento.  El conocimiento de las "reglas del juego" les puede permitir a estos desenvolverse adecuadamente en los ambientes y situaciones por los que tengan que pasar a lo largo de sus vidas.
 

Los niños con tendencia a reaccionar violentamente ante las contrariedades necesitan aún más que otros conocer lo que se espera de ellos y cómo han de comportarse.  El primer paso que hay que dar para tratar de modificar su conducta es establecer tan claramente como sea posible las reglas de conducta que deben seguir.  Y se les deben repetir todas las veces que sea necesario, especialmente cuando se les reprende por haber transgredido alguna de ellas.

 

RESPETO Y CALMA

Cuando nos dirijamos a un niño con problema de conducta violenta, es necesario hablarle con respeto.  Respeto por su condición de persona y su dignidad humana.¿Cómo se le puede exigir respeto a quien no se está tratando con respeto? Se le ha de señalar la falta cometida, pero sin ofenderlo o humillarlo.  Hablarle de esta forma no sólo allana el camino para que tome conciencia de la falta que ha cometido, sino que le provee un modelo de conducta aceptable.  O sea, al rehuir nuestra propia violencia, le estamos presentando la forma de comportamiento que le resulta extraña y que tanta dificultad le cuesta adoptar.

 
Hablar con respeto implica hablar con calma.  Una de las mayores dificultades que tienen una buena cantidad de adultos para manejar situaciones conflictivas con niños opositores y violentos es controlar su propio coraje.  Por fácil o difícil de lograr que sea esto, es una realidad que la comunicación requiere de calma y autocontrol.  Y la calma excluye el coraje.  Por otra parte, el adulto que se dirige con coraje a un niño que se ha comportado con agresividad, le está prohibiendo que actúe como él se está permitiendo la licencia de actuar.  Incongruente e ilógico, ¿verdad?

 
EVITAR CONFRONTACIONES


Es altamente recomendable hacer todo lo posible por evitar tener confrontaciones con niños violentos.  La confrontación equivale en estos casos a una pelea segura, que es el terreno que se debe evitar a toda costa.  En la pelea se desata el coraje sin límite y se facilitan la ofensa y el insulto.  En la pelea tiene grandes probabilidades de darse todo lo que nunca debería producirse.  Además, quien pelea con estos niños se está poniendo a su misma altura y está incurriendo en el mismo error que quisiera erradicar del niño.

 

RESALTAR LOS LOGROS Y EXITOS

 
En términos generales y válidos para todas las personas con que nos relacionemos, es preferible hacer mención de sus logros, habilidades y cualidades positivas, antes que exponer sus debilidades y deficiencias.  Cuando hacemos esto último, solemos caer muy fácilmente en la acusación y acusar no conduce nunca a desenlaces positivos ni ayuda a solucionar los problemas que tenemos entre manos.
 

Si bien lo anterior se aplica a todas las relaciones, es un factor importante a tener en cuenta en el caso de los niños con propensión a la violencia.  Estos niños sufren trastornos emocionales y cognitivos que les dificultan manejar adecuadamente la frustración.  Enfrentarlos a acusaciones no les ayuda a superar estos trastornos y suele tener el efecto de enconar su resentimiento y provocar sus explosiones emocionales.  Si se les mencionan sus fortalezas y cualidades positivas, se les está ayudando a revalorizarse como seres humanos.

 
La utilidad de estas guías generales, que pueden ampliarse mucho más, no se limita al mundo infantil.  Pueden aplicarse fructuosamente también en nuestras relaciones con los adultos con tendencia a las reacciones violentas, que, por cierto, no escasean.