LOS CELOS EN LOS NIÑOS
Los celos son sentimientos de envidia y resentimiento hacía otra persona
que se supone obligada a prestarnos atención y no lo hace. En la familia, la
rivalidad entre los hermanos por conseguir el afecto y la atención de los
padres suele ser el principal y primer motivo de celos. Los celos son un
estadio relativamente normal que hay que superar, hemos de prestarle atención
cuando alteren la convivencia y el desarrollo normal del niño o sean
persistentes y no remitan pasados los cinco años de edad.
CAUSAS DE LOS CELOS
Existen distintas situaciones que pueden provocar en el niño el temor a
perder el afecto de los padres o el sentimiento de haberlo ya perdido. Cabe
destacar:
- El nacimiento de un hermano: el recién nacido requiere una serie de
cuidados y atención que hace perder al mayor parte de la que se le dedicaba a
él; la conducta de la madre hacía los hijos cambia durante y después del
embarazo, puede aparecer impaciente o fácil de enfadarse, estos cambios están
asociados a la gestación y el niño hace responsable de ellos al bebé.
- Los favoritismos y preferencias de los padres: a veces abierta y otras
solapadamente los padres manifiestan preferencias por uno de los hijos, lo que
crea celos en los otros. Puede existir una situación especial que se crea entre
dos hermanos cuando alguno de ellos presenta algún tipo de deficiencia, sobre
todo física, con lo que acapara la atención y protección de los padres.
-La excesiva dependencia o necesidad de uno de los padres por parte del
niño: normalmente de la madre, lo que desencadena celos hacia al otro
progenitor por considerarle rival.
-El sentimiento de inseguridad y de inadaptación: el niño o la persona
insegura frecuentemente envidia a los demás; estos sentimientos suelen ser el
resultado de situaciones de ridículo en la infancia, de sentirse rechazado o
bien criticado de forma severa. El alentar la competencia entre los hermanos
favorece la presencia de los celos.
No le es fácil al niño compartir a su madre ni con el padre ni con el
hermano, pero con éste último le es más difícil porque es más parecido a él.
EL PRIMOGENITO ANTE EL NACIMIENTO DE UN HERMANO
Cómo ayudarle a adaptarse a un nuevo bebé
Disminuir enfrentamientos madre-primogénito antes del nacimiento del nuevo bebe.
- Preparar con mucha anticipación los nuevos cambios en la vida del primogénito, que estos no coincidan con el nacimiento: ingresos o cambios de guardería, cambios de habitación, nuevos aprendizajes como por ejemplo aprender a no usar el chupete… Es mejor que comience a ir a la escuela infantil uno o dos meses antes que justo cuando nace el hermano.
-Evitar comentarios de fatiga o agobio con el nuevo bebe o respecto a los otros hijos.
-Dar atención extra con tiempos específicos dedicados al hijo mayor (el padre o la madre aunque conviene que también lo haga la madre).
-Aceptar con tranquilidad y como algo normal los celos y la inquietud. Proteger al bebe pero procurando no enfadarse con el hermano ni prestar excesiva atención. “Los celos suelen durar máximo 8 meses”. Esperar menos autocontrol cuando nace el hermano y no enfadarse.
-Enfatizar la individualidad de cada persona y animarle a jugar o a ayudar al nuevo hermano. Al inicio la ayuda es a la madre o al padre en actividades con el bebe: alcanzar los pañales, etc.
-A veces puede ser de ayuda regalar al hermano mayor un muñeco al que debe cuidar junto con los utensilios de aseo y alimentación propios de un bebe.
-Animar al niño a tener relaciones cercanas con abuelos, tíos, amigos y que se sienta querido y protegido en su ambiente.
COMO AYUDARLES
1.-Preparar al niño
para la llegada de un hermano
La preparación ayuda al niño aunque no por ello se evitan los celos.
Aunque el niño/a lo comprenda todo racionalmente se puede sentir abrumado
emocionalmente.
Lo fundamental para la preparación es que el niño comprende que se le va
a seguir queriendo. No adelantaremos acontecimientos diciéndole que jugará con
su hermanito ya que aún tendrán que pasar muchos meses para que esto ocurra.
Durante el embarazo, sobre todo si los niños tienen entre 4 y 6 años,
harán muchas preguntas sobre temas sexuales y de reproducción es un buen momento para comenzar una buena educación
sexual
2.-Intentar cambiar
lo menos posible la rutina del niño tras el nacimiento del hermano.
En distintos estudios se ha comprobado que disminuye considerablemente
el volumen de atención que recibe el primogénito al tiempo que cambia su rutina
tras el nacimiento. Esto afecta mucho al niño/a, por lo tanto procurar controlar su tiempo especial, los
ritos para acostarse, seguir diciéndole lo mismo sobre lo que está permitido y
lo que no...
3.-Mantened al
niño/a aislado de la madre el menor tiempo posible.
Mientras que la madre da a luz muchas veces se envía al niño con otros
familiares .Lo mejor es que se ocupa el padre y si no puede que este alejado de
la madre el menor tiempo posible. Incluso es conveniente que visite a su madre
en la clínica, buscando un momento tranquilo en el que esté sólo la familia.
4.-Hablar de
"igual a igual" con el primogénito
la rivalidad suele disminuir cuando la madre habla con el primogénito de
igual a igual respecto al bebé. Comentar lo que el bebé puede sentir o
necesitar llamar la atención del niño ante el interés del bebé por él, hacia lo
que le gusta y lo que no...
Algunos Ejemplos: "A ella le
gusta mirarte","¿Se habrá enfadado por despertarle? "no sonreirá
si le gritas porque le asusta un poco" "Escucha a la pequeña Adela,
quiere su biberón" podemos preguntar al niño lo que cree que quiere o
siente el bebé.
5.-No hacer
comparaciones
6.-Prestar atención
al mayor y hacer que lo hagan los demás
Dedicad al día un tiempo exclusivo para el niño, de 10 1 5 minutos. El
niño puede esperar este tiempo y confiar en él.
7.-Nunca alejad al
mayor por el nacimiento de un hermano
Muchas veces para tener más tiempo para atender al pequeño enviamos al
hermano a una guardería o lo confiamos durante un tiempo a otras personas,
hemos de evitar esto ya que la amenaza de abandono se concreta y da lugar a
perturbaciones en su comportamiento o a sentimientos dolorosos.
8.-No
"pasarle" todo al pequeño
Muchas veces el pequeño se aprovecha. Puede molestar al mayor
destruyendo sus realizaciones y este reaccionar con violencia. No reprender muy
fuertemente al mayor no consolar mimosamente al pequeño, reñir al pequeño
suavemente para que sea más cuidadoso y ayudar al mayor a rehacer su construcción.
Diez consejos para
evitar los celos ante la llegada de un hermano (no están en orden
de importancia):
- Dependiendo de
la edad de tu hijo, debes decidir cuándo contarle que estás embarazada y
que llegará un nuevo bebé. Los más pequeños (1 a 3 años) no entenderán
mucho si les cuentas sobre el bebé a comienzos del embarazo. En la medida
que tu cuerpo cambie, probablemente alrededor del quinto o sexto mes,
tendrás evidencia concreta de que hay un bebé, lo que lo hará más fácil de
comprender. Sin embargo, para este grupo de edad, el niño no entenderá
realmente lo que sucede hasta que el bebé llegue a casa contigo.
- Antes que
nazca tu bebé, prepara a tu hijo dándole una muñeca que parezca un bebé
para que la cuide. Usa tu imaginación y dale la oportunidad de que juegue
con el bebé "de mentira", cambiándole el pañal, alimentándolo,
recostando la muñeca para que se duerma, vistiéndola y siendo muy suave
con el bebé.
- Compra libros
que hablen de hermanos y un bebé nuevo. Por ejemplo, la serie de los osos
Berenstein tiene un libro dedicado a un nuevo bebé. En español hay tres
libros recomendables de Mercer Mayer: La Hermanita de Franklin, La Nueva
Hermanita de Francisca y El Nuevo Bebé.
- Es importante
explicarle a tu hijo qué sucederá cuando llegue el momento de dar a luz,
por ejemplo, por qué la abuelita se quedará cuidándolo o decirle que lo
llevarás a la casa de su tía mientras mamá va al hospital. O puedes
explicarle que papá o el abuelo lo pasarán a buscar a la escuela. Los
niños necesitan que les den seguridad y que les reafirmen que hay un plan;
es decir, que alguien los va a cuidar mientras mamá está teniendo al bebé.
Si el niño podrá ir al hospital o centro de maternidad es importante
decirle. Si sus rutinas van a cambiar, hay que preparar al niño. Los niños
pueden manejar los cambios siempre y cuando estén preparados.
- Si das a luz a
tu segundo hijo en el mismo momento en que estás tratando de enseñarle al
mayor a que deje de usar pañales, o cambiándolo de la cuna a una
"cama de grandes", o tratando de quitarle el biberón o el
chupete, ¡piénsalo dos veces antes de hacerlo! Es muy difícil esperar que
un niño pequeño progrese al siguiente nivel de desarrollo al mismo tiempo
que aparece un nuevo bebé en el panorama. En verdad, podrás hallar que tu
pequeñín incluso retrocede un poco cuando el bebé nace. Ciertos hitos que
te habían costado mucho lograr, como que duerma de corrido toda la noche o
que use la bacenica pueden desaparecer momentáneamente cuando llegue el
nuevo hermanito. Trata de ser consistente
- con tus
expectativas, ¡pero no seas muy estricta con tu hijo! Recuerda cuánto ha
cambiado su vida (sin que sea su culpa) con la llegada del bebé.
- Dicho eso, es
muy importante tratar de mantener las rutinas del hijo mayor, a pesar de
lo impresionantemente demandante que resulta tener un nuevo bebé en casa.
Los grupos de juego, clases, escuela, comidas, hora del baño y la hora de
ir a la cama generalmente funcionan en un determinado horario. Trata de
mantener, dentro de lo que te sea posible, el programa habitual. Esto le
demuestra a tu hijo que a pesar de la disrupción (tanto positiva como
negativa), valoras su vida y sus intereses, además de su lugar dentro de
tu familia.
- Permite a tu
hijo mayor tomar un rol activo en la vida del bebé. Por supuesto que hay
que enfatizar que sea "suave con el bebé". Pero también es
importante integrar al bebé a la vida familiar, lo que ayuda a crear una
relación positiva entre el niño y el bebé. Descubrirás que tu bebé pueda
responder mejor a su hermano o hermana que a los demás. Deja que tu hijo
mayor ayude con la alimentación, el baño u otros cuidados del bebé. Muchas
veces cuando no se logra calmar al bebé usando métodos tradicionales, los
hermanos mayores (haciendo muecas, cantando o haciendo shows) sí lo
consiguen.
- Cuando llega
un nuevo bebé al hogar, tu hijo se va a sentir desplazado. No hay manera
de evitarlo. Los bebés son muy demandantes y los niños se vuelven más
demandantes todavía cuando nace el bebé. Es importante hallar momentos en
que puedas estar a solas con tu hijo mayor, momentos en tu día o semana
que tu hijo sienta que te tiene para él solito. Es fundamental que el niño
tenga un momento especial con su madre, ya sea aprovechando la rutina de
leer cuentos por media hora antes de irse a dormir o ir a la plaza a jugar
sin el bebé.
- A veces los
niños desplazados por un nuevo bebé cambian su comportamiento. Pueden
tener pataletas sin ninguna razón obvia. Pueden molestar al bebé,
pareciendo en un principio ser cariñosos pero en realidad siendo
agresivos. Es importante colocar límites al comportamiento del hermano
mayor si sientes que está actuando de manera inapropiada o peligrosa.
Utiliza palabras que dejen saber al niño que sabes que es difícil tener un
bebé en casa, que las cosas han cambiado y que ya no podrá siempre salirse
con la suya (como quizás lograba en el pasado). Sin embargo, ¡también es
importante ser claro con el niño en sentido de que este bebé no se va a
ir! Es decir, necesitas conversar con tu hijo sobre cómo ha cambiado la
familia (para mejor y para peor) y que aunque tenga pataletas, el bebé
siempre estará allí. Es importante ser sincera sobre las cosas difíciles,
pero también sobre las cosas maravillosas que implica tener un hermanito.
Finalmente, para la mamá de dos o más niños: piensa en tu
propia niñez. ¿En qué lugar naciste? ¿Eres la menor o el hijo del medio? ¿La
mayor? ¿Te acuerdas de cuando nacieron tus hermanos o cómo te trataban tus
hermanos mayores? Responder estas interrogantes es muy importante para
comprender tu propio estilo de ser madre. Necesitas estar consciente de los
sentimientos que tienes frente a estos temas para que seas considerada a la
hora de lidiar con tus hijos. Si fuiste la menor, ¿tus hermanos mayores te
cuidaban bien? Si eres la mayor, ¿tuviste resentimientos cuando nació tu
hermanito(a) menor? Entre más abierta seas contigo misma frente a estos temas,
estarás mejor capacitada para lidiar con tus propios hijos.
Algunas veces tu hijo puede no estar preparado para la llegada de un
nuevo hermanito, debido a que no tiene la suficiente madurez intelectual para
entender este novedoso acontecimiento en su vida. Por esto tu hijo puede llegar
a sentir celos al ver que sus papás están prestando algún tipo de atención a
otro bebé.
Después de que haya nacido tu nuevo bebé, tu otro hijo puede extrañarte a ti y
a su papá y sentir que toda la atención está enfocada hacia su nuevo hermanito.
Es por ello que tu hijo mayor puede desarrollar algunos comportamientos
inusuales con el fin de llamar la atención tuya y de su padre.
No te extrañes si encuentras comportamientos poco comunes en tu hijo, tales como:
portarse mal, olvidar decirte que necesitaba ir al baño o tener un ataque de
rebeldía, entre otros, con el fin de llamar la atención. Para evitar estos
comportamientos, la psicóloga Liliana De la Torre recomienda que durante el
embarazo le hables a tu hijo sobre su nuevo hermanito.
Según la psicóloga de la Torre
quien actualmente es psicóloga de un colegio en el sur de Florida, para
un niño mayor la llegada de un nuevo hermanito es un hecho muy complejo, y
señala que “ si le hablas a tu hijo mayor sobre su nuevo hermanito y su venida,
ayudarás a que el niño vaya aceptando la idea de compartir a sus padres con
alguien más y cuando el nuevo bebé nazca, es probable que el hermano mayor
llegue a sentirse orgulloso de su nuevo hermanito”.
Como ves, la llegada de un nuevo hermanito para tu hijo puede ser muy positiva.
En el caso de María C. Oliveros, el consejo dado por la psicóloga de la Torre
funcionó. María es mamá de dos niños, empezó a hablar con su hijo Camilo sobre
su embarazo y a explicarle que después de cierto tiempo iba a haber alguien más
en la familia. Al principio él no entendió mucho, pero al ver que su papá le
hablaba al vientre de su madre y le decía que ahí estaba su nuevo hermanito,
Camilo también empezó a hacer lo mismo y cuando lo hacía llamaba al nuevo bebé
por su nombre, Sofía. “Todavía no sabíamos que el bebé iba a ser niña pero,
efectivamente así fue”, dijo María.
Éstas son algunas sugerencias que la psicóloga Liliana de la Torre nos dio,
para que puedas ayudar a tu hijo a asimilar la llegada de un nuevo hermanito:
·
Háblale sobre el nuevo bebé durante el embarazo.
·
Deja que tu hijo hable con el nuevo bebé que está en tu
vientre.
·
Deja que tu hijo te visite en la clínica después del
nacimiento.
·
Cuando le hagas un regalo a tu hijo mayor, no le digas que el
regalo se lo hizo el recién nacido, ya que puede ser contraproducente si el
niño está en edad de entender que el bebito no podría habérselo traído en
realidad. Cuando el hermano mayor es grandecito, es mejor que sepa que el regalo
se lo dan los padres, ya que así se reafirma que él es muy importante para papá
y mamá.
·
Dedica un tiempo exclusivo para cada uno de tus hijos (mínimo
de 15 minutos) en los cuales se incluya un poco de contacto físico, como
abrazos, juegos, etc.
·
Pide a los abuelos de tu hijo mayor o a alguien más que
lleven el niño al zoológico, al cine, a comer un helado, o a hacer algún tipo
de actividad.
·
Cuéntale una historia a tu hijo mayor mientras le das
alimentación materna a tu bebé recién nacido.
·
Deja que tu hijo mayor participe en las conversaciones
referentes al tema del nuevo hermanito.
·
Desarrolla actividades que involucren a tu hijo mayor con el
nuevo bebé, en las cuales tu hijo mayor tenga más contacto con su nuevo
hermanito.
·
Préstale más atención de lo usual a tu hijo mayor para que no
se sienta desplazado.
Lo más importante es que le hagas saber a tu hijo mayor que siempre habrá mucho
amor para darle y que compartir con su nuevo hermanito es algo muy bueno
Las reacciones del primogénito ante el nacimiento de un nuevo hermano no
depende tanto del sexo (aunque los niños se retraen más que las niñas) como de
la edad en que se produce.
1.-Cuando hay mucha diferencia de edad, el mayor puede mimar
excesivamente el niño y volverlo dependiente y malcriado. Evitemos cargar al
niño con la responsabilidad del hermano menor.
2.-Cuando hay poca diferencia de edad, el mayor tiene entre 18 meses y 4
años, es cuando más se agudiza la sensibilidad ante el nacimiento de un nuevo
hermano.
Las reacciones más frecuentes son cambios en el comportamiento y
conductas infantiles:
Cambios en el comportamiento
-Incremento de la desobediencia
-Más llorones y tercos
-Irritables y nerviosos
-Agresividad creciente dirigida al principio contra la madre y
posteriormente contra el hermano
-Retraimiento que desemboca en relación hostil con el hermano
-Afectuosidad excesiva hacia el bebé.
Conductas infantiles
-Se chupa el dedo
-Vuelve a hacerse pipi o caca encima
-Utiliza de nuevo el "lenguaje bebé"
-vuelven las rabietas
-Cambios en el sueño
-Se incrementa las conductas rituales
3.- ¿A qué niños les afecta más?
Va a depender además de la edad (en niños menores de 5 años se da más
frecuentemente) de:
Relación con los padres antes del nacimiento del bebé:
Se ha comprobado que en las familias que el niño tiene una relación
estrecha con el padre antes del nacimiento la escalada del conflicto con la
madre tras el nacimiento del bebé es mucho menos marcada.
Estado de la madre tras el nacimiento del bebé:
Cuando la madre se encuentra cansada o deprimida tras el nacimiento del
bebé, le lleva a cambiar su comportamiento y hábitos incluidos los que tenía
con el niño, ante el cambio los primogénitos suelen reaccionar retrayéndose.
No podemos evitar los celos, sólo ayudar a que sean menos dolorosos y a
no fomentarlos
LOS CELOS DEL MENOR HACIA LOS MAYORES
No solamente el primogénito siente celos, también los pequeños envidian
a los mayores. El caso del niño de "en medio"" en una familia de
tres hijos es el más difícil ya que puede sentir que no cuenta ni con las
ventajas del mayor ni con las del pequeño.
Reacciones
El mayor le sirve al niño de modelo. Se identifica con él. Quiere hacer
las mismas cosas e imitándolo va aprendiendo por si solo y desarrollándose
rápidamente.
Esto que puede ser beneficios se convierte en perjudicial cuando la
identificación y admiración es muy grande de forma que bloquea la personalidad
del menor. Se puede colocar al mayor como un "tope" imposible de
rebasar y entonces el pequeño:
-Se aferra a la madre y no quiere crecer: se chupa el dedo, se hace
pipí, mantiene un lenguaje infantil..
-Se vuelve un rival agresivo e envidioso: esto es lo más frecuente,
muchas veces se intenta toda la vida superar a los otros; esta agresividad
envidiosa se manifiesta principalmente en TERQUEDAD como oposición sistemática.